LA CUEVA DE LA LOCA
Leyenda procedente de un pueblo de Cuenca, contada por mi abuelo, al que a su vez se la contó su abuelo una tarde de verano:
" Cuando te alejas del pueblo a unos dos kilometros, siguiendo el camino de los huertos, hacia el nacimiento del río, se llega a un cueva: "la cueva de la loca".
Está a la izquierda del camino, en la "Solana de la Virgen", a mitad de la ladera. Tiene una entrada estrecha y se ve profunda y oscura.
Todo el mundo del pueblo conoce la historia. Hace mucho, mucho tiempo un hombre volvía de trabajar en el campo montado en su mula. A la altura de la cueva una víbora muy grande estaba atravesada en el camino; la mula se encabritó, tiró al hombre al suelo y este se mató.
Todo el mundo del pueblo conoce la historia. Hace mucho, mucho tiempo un hombre volvía de trabajar en el campo montado en su mula. A la altura de la cueva una víbora muy grande estaba atravesada en el camino; la mula se encabritó, tiró al hombre al suelo y este se mató.
Al enterarse, su mujer se volvió loca de dolor y desde entonces habita en la cueva dedicándose a matar a todas las víboras que atraviesan el camino desde la solana hasta el río, a donde bajan a beber agua y comer ranas. También se dedica a raptar a los niños que se portan mal y no quieren comer. O al menos eso nos decían los mayores, aunque yo no la he visto nunca. Los que la han visto dicen que es una mujer muy vieja, muy vieja, con los pelos revueltos y las uñas muy largas".
Carlos Manzanero Cabañas ,4ºA
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